Todos los expertos han señalado que en una pandemia la comunicación y la confianza son claves. Por lo tanto, enfrentados al proceso de vacunación, un presidente sin credibilidad y con apenas un 7% de aprobación debería estar escondido pensando en el bien del país. El problema es que como tenemos de presidente a un sociópata que se caga en la gente y es incapaz de pasar a segundo plano, Piñera quiere convertir la vacunación contra el coronavirus en un show para intentar levantar su imagen. Parte de un artículo de La Tercera señala:
La cuenta atrás comienza mañana entre las 8:30 y las 10:30, cuando el panel de expertos convocado por el Instituto de Salud Pública (ISP) analice y probablemente autorice el uso en Chile de la vacuna producida por Pfizer. Serán 22 médicos de distintas especialidades y químicos farmacéuticos los que resolverán por una votación que se transmitirá en vivo, tal como lo hizo la estadounidense Food and Drug Administration (FDA) hace pocos días. A partir de ahí se desencadenará un proceso que tendrá la próxima semana -si todo el plan de La Moneda se cumple- uno de los hitos sanitarios más relevantes de la pandemia, con el inicio de la vacunación contra el COVID-19.
Pero también será un punto político prioritario para el Presidente, según recalcan en la Casa de Gobierno. El exigente operativo logístico para recibir las primeras dosis, distribuirlas y comenzar a aplicarlas -que ya está sujeto a la incertidumbre y riesgo por la carrera mundial por los nuevos fármacos- corre en paralelo a otro. El de localizar y escoger a los primeros vacunados o vacunadas y armar una puesta en escena que seguro contará con un alto rating. Eso no solo busca dar señales de confianza y de salud pública a la población, sino que además relevar el rol del gobierno en esto, justo en momentos en que Piñera encara una aprobación de un solo dígito (7% según la última Criteria).
Aunque los detalles más minuciosos de este plan se manejan bajo reserva, sus principales ejes están claros, según recalcan autoridades del Ejecutivo. Y todo está sujeto a la llegada del primer cargamento de vacunas fabricadas por Pfizer, pero siempre y cuando -insisten casi como mantra las voces consultadas- a que estas arriben efectivamente y no sufran contratiempos, porque se siguen temiendo imprevistos luego de que la Interpol advirtiera de “alerta naranja” ante el peligro de “falsificación, el robo y la publicidad ilegal de Covid-19″.
Tal como se ha definido y reiterado en público, la vacunación tendrá como grupo prioritario al personal de salud bajo peligro de contagio por estar en contacto directo con pacientes de COVID-19, es decir, médicos, enfermeras, técnicos y especialistas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y otras dependencias. La meta es blindarles para que no sufran bajas y que éstas a su vez no minen la capacidad de atención y operar respiradores ante la segunda ola. Después de este segmento le tocará a los adultos mayores en situación de riesgo. La planificación considera vacunar a los primeros y primeras en los hospitales base de dichas regiones.
El gran punto acá es que mientras los detalles logísticos y técnicos están a cargo del Ministerio de Salud, es La Moneda la que está a cargo del diseño de la puesta en escena mediática, que incluye la selección de la primera o primeras personas en ser inoculadas, y también el formato en que esto se concretará. Según distintas versiones, en esto tienen carta tanto la Secretaría de Comunicaciones (Secom) como equipos de Presidencia, y se agrega que Piñera ha estado personalmente encima de todo el proceso.
Hasta hoy en la mañana no fue posible despejar si ya se habían escogido a los primeros receptores del fármaco. Sí dicen tener absolutamente claro en el gobierno que se quiere comenzar dando una señal, un símbolo a la población de riesgo y a aquella más expuesta al virus, y que por eso partirán haciendo pública la vacunación inicial. El perfil es el mismo descrito antes, agregan: personal de la salud de primera línea, y tal vez también un adulto mayor. En el Minsal se inclinan por alguna técnica en enfermería.
En el Reino Unido comenzaron con una mujer de 90 años y con un adulto llamado William Shakespeare, ícono escogido -nadie cree que al azar, sino que muy estudiado- para hablarle directamente al pueblo británico. En Estados Unidos lanzaron el operativo anteayer con una enfermera afroamericana de Nueva York, en una transmisión a pantalla dividida con Andrew Cuomo, gobernador de ese Estado.
Ante la consulta sobre cómo se hará acá, en Palacio precisaron que si bien no se han ultimado detalles, “el gobierno no va y no puede quedar al margen” de esta puesta en escena. Explican que el punto político es muy relevante para Piñera, ya que -recalcan, desde su visión- el gobernante ha estado encima de la saga de las vacunas desde hace mucho, tanto pidiéndole a embajadores que se mantuvieran en contacto con los fabricantes como urgiendo para que Chile no se quedara rezagado en la carrera por las vacunas. “El concepto político es que este gobierno se adelanta a las cosas y las planifica con anticipación para que resulten”, recalcan los allegados al Presidente. Sobre esta base, aclaran que se estudia que el mismo mandatario tenga una participación en la puesta en escena de la primera vacunación. También se piensa en su ministro de Salud, Enrique Paris.
La infectóloga UC y experta en inmunizaciones, doctora Marcela Potin, señala que a nivel mediático y como una forma de persuadir, la elegida debiese ser “una enfermera que trabaja en equipos de intensivo. Ellas se han llevado la parte más difícil junto con los técnicos (tens), personal de salud de los equipos intensivos en general. Y a continuación, el personal de urgencia, ellos también muy encima de los pacientes, son la primera barrera”. Y es que la doctora advierte que el fenómeno “antivacunas” se va a ir diluyendo si se entrega la confianza de que estas inoculaciones son seguras. Para aquello, deben vacunarse quienes entreguen durante estos meses han entregado mayor seguridad a la población. “Los antivacunas se van a ir difuminando a medida que mucha gente se vacuna. Es normal tener temor por lo nuevo desconocido, pero debemos transmitir que las sociedades científicas no tenemos ninguna duda en que es necesario vacunarse”.