Ahora que Santiago enfrenta un nuevo corte de agua masivo, y más allá de las responsabilidad de Aguas Andinas. que son conocidos por su NULA inversión en mantención y prevención, hay que apuntar al mega proyecto hidroeléctrico Alto Maipo como el verdadero culpable, donde Luksic tenía el 40% de las acciones. Un artículo de Radio Villa Francia detalla:
Respecto a la turbiedad del agua, razón que motivó a Aguas Andinas a suspender el suministro debido a la imposibilidad de su tratamiento, el Doctor y Director del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, Andrei Tchertnitchin, señala preocupación. Según él, en conversación con este medio, “no se sabe de dónde viene el barro ni por dónde puede pasar, pero de acuerdo a la hipótesis de trabajo que he seguido, existe la posibilidad de que el material arrastrado contenga sustancias o metales tóxicos provenientes de las obras de Alto Maipo o de otras obras que se realicen en el sector.
Es por eso que desde ayer, debido a la lluvia y a la información de aludes y socavones, advertí a algunas personas y organizaciones la precaución de almacenar agua limpia, sin material arrastrado, para prevenir intoxicaciones o patologías en el futuro” afirma. Cabe señalar que Tchertnitchin ha venido realizando estudios y monitoreos constante en el Río Maipo, a petición de las comunidades de la zona y la Coordinadora No Alto Maipo preocupadas por los efectos de las obras del Proyecto, lo que ha terminado en informes lapidarios en contra del PHAM. Y es que si bien los aludes, provocados por lluvias sobre la isoterma cero, son frecuentes en la precordillera, las obras y trabajos en esas zonas (como el PHAM) suman a una crecida descontrolada de los ríos, toxicidad de las aguas y generan posteriores aluviones con sedimentos que por la fuerza y potencia dejan catastróficas consecuencias, particularmente al suministro de agua.
Cuando Aguas Andinas advertía los problemas en el suministro que traería Alto Maipo
Cabe recordar que la empresa Aguas Andinas fue una férrea opositora al PHAM de Aes Gener, bajo el argumento de que el Proyecto afectaría su trabajo y servicio y podría, eventualmente, provocar cortes en el suministro de agua potable, esto debido a que el Proyecto afectaría al Río Maipo, el que abastece al 85% del agua de la Región Metropolitana. Así quedó consignado en un informe -junto a otras numerosas impugnaciones- elaborado por la propia empresa (Aguas Andinas) y firmado por el en ese entonces Gerente General, Felipe Larraín Aspillaga, en el año 2008.
En el informe se señalaba con claridad: “El sistema de captación y restitución de ese caudal de agua (Río Maipo) y su manejo operativo, hará que en determinadas circunstancias se pueda producir una falta del recurso, lo que impedirá cubrir la demanda de sus clientes, generando desabastecimiento a la ciudad de Santiago. De la mera lectura del EIA, esto podría ocurrir en situaciones de puesta en marcha, mantención o de contingencias relacionadas con el Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo.”, advertencia que se puede leer en la página 8 del informe. El premonitorio oficio estaba lleno de impugnaciones al diseño del proyecto y datos sobre indispensables factores no considerados, como la afectación de la calidad de las aguas producto de la modificación temporal de los causes o la restitución de aguas servidas al río, la reducción del caudal en ciertos tramos que afectaría el arrastre de sedimentos utilizados para la construcción, y la remoción de rocas o materiales que podían afectar la infraestructura de la red sanitaria.
La maniobra de Luksic para provocar la «vuelta de carnero» de Aguas Andinas
Sin embargo, el año 2011 la posición de Aguas Andinas, que hasta entonces había sido un claro opositor del Proyecto, cambió. Todo comenzó cuando Sebastián Piñera, con la excusa de obtener capitales para acelerar el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto, en diciembre de 2010, puso en venta la participación que el Estado poseía en las empresas sanitarias Aguas Andinas, Esval, Essbio y Essal. La venta de las acciones, realizada a través de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), fue aprovechada por Andrónico Luksic, quien mediante el Banco de Chile e Inversiones Arizonas S.A., ambas de su propiedad, se hizo -finalmente- con el 4,42% de los títulos de la sanitaria.
Un par de días después de la llegada del nuevo accionista, el 22 de diciembre de 2010, Felipe Larraín informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), a través de un hecho reservado, que Aguas Andinas había mantenido conversaciones con AES Gener, en relación al Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo, y que el directorio de la sanitaria había aprobado entenderse con la empresa norteamericana. La materialización del convenio se realizó en junio de 2011, a través de un contrato clasificado como “reservado” por la Superintendencia de Servicios Sanitarios, y que se volvió público gracias a los esfuerzos de la Coordinadora No Alto Maipo, que no conforme con la negativa de la Superintendencia y del Consejo Para la Transparencia, presentó un recurso legal en la Corte de Apelaciones de Santiago, la que falló a favor de los ciudadanos y ordenó la entrega del documento.
Luksic sale de Alto Maipo, pero sigue con Minera Los Pelambres
En enero del 2017, Andrónico Luksic anunció con bombos y platillos que vendía las acciones que tenía en Alto Maipo las que alcanzaban el 40%. A través de un comunicado señalaron: «Con esta decisión, Minera Los Pelambres y, por lo tanto Antofagasta Minerals, saldrán totalmente de la propiedad de un proyecto que no es parte de la estrategia del Grupo Minero ya que se trata de una iniciativa ajena a nuestra actividad». Sin embargo, lo que no mencionaron, es que Luksic de igual forma seguirá vinculado a Alto Maipo. Ya que además de poseer el 4,42% de Aguas Andinas, su Minera Los Pelambres NECESITA de la energía que le proporcionará Alto Maipo. Sin ir más lejos, llegó a un acuerdo con Aes Gener para una compensación mediante suministro de energía.