Si toda la evidencia es clara en señalar que aumentar las penas NO acaba con la delincuencia, si toda la experiencia internacional señala que el populismo penal ha fracasado EN TODAS PARTES, pero aún sabiendo esto los políticos de Derecha siguen apoyando ambas cosas, demuestra simplemente que no les interesa acabar con la delincuencia, ya que como jamás gobernarán para el pueblo, la necesitan para gobernar a través del miedo y la represión. En entrevista para El Siglo, el experto en seguridad Eduardo Vergara señaló:
“El presidente Piñera replica un sistema de castigo que ha sido un fracaso en decenas de países y contribuirá a profundizar el ciclo de capital humano desechable disponible para el crimen”, aseguró el experto Eduardo Vergara, de la Fundación Chile 21. “Nuestra política contra las drogas ha sido extremadamente ineficiente en castigar a los narcos, pero eficiente en perseguir, castigar y encarcelar a jóvenes, mujeres y quienes menos tienen, o sea, sus soldados. Y eso, cuando tienen la suerte de no terminar baleados y desangrados en una esquina. Los homicidios ya han aumentado en un 33% respecto al año anterior”.
Apuntando hacia las consecuencias del proyecto del gobierno, el experto en seguridad pública indicó que “penas que pueden llegar hasta los 5 o 10 años se transformarán en parte de la nueva bitácora que recorrerán centenares de jóvenes, partiendo en el Sename, castigados y puestos en libertad una y otra vez”. Y agregó: “En paralelo, está la impunidad efectiva para los grandes narcos y ‘los jefes’.
El sistema, al basarse en cifras como detenciones y condenas, junto con seguir celebrando cantidades de droga incautada, garantiza tranquilidad a los poderosos”. Vergara manifestó que “el destino que les espera es bastante similar al que reciben algunos grandes empresarios que cometen actos de corrupción millonaria. No conocen ni van a conocer la cárcel y, gracias a sus recursos para profesionales defensas legales, volverán y seguirán en muchos casos operando con total impunidad”.
El experto de la Fundación Chile 21 planteó varias propuestas que deberían barajarse frente a este realidad criminal en el país. Entre ellas, enfrentar la pobreza no solo como un imperativo ético sino también como la principal condición que empodera al narco; recuperar la legitimidad y credibilidad policial en los territorios; estricta regulación financiera y contra el lavado de activos; persecución proporcional e inteligente; abordar la demanda con políticas sensatas y lejos de la obsesión prohibicionista; políticas particulares para las mujeres; regular las drogas partiendo por la cannabis y avanzando a otras; prohibición total de porte y tenencia de armas en manos de civiles y exuniformados para permitir acciones concretas sobre el mercado ilegal de armas.