Un error fatal que estamos cometiendo en la centro izquierda es ridiculizar a los seguidores de Pamela Jiles, básicamente por que es el camino fácil. En vez de revisar lo que estamos haciendo mal nos burlamos de ellos por seguir a una megalómana populista cuya única propuesta política es apitutar al vago de su esposo en el Estado. Lo difícil es escucharlos, persuadirlos y ofrecerles soluciones, que es la única forma en que de verdad podremos enfrentar el problema. Nosotros identificamos las 3 principales demandas de los denominados “nietitos”: Quieren una política de cara al pueblo, que su calidad de vida mejore y tal vez lo más importante: Quieren ver a Piñera preso.
POLÍTICA DE CARA AL PUEBLO
¿Saben lo que sería importante como acto refundacional del país? Que la centro izquierda le pidiera perdón al pueblo. Nadie duda que los 30 años que gobernó la Concertación/Nueva Mayoría fueron los mejores años de Chile, pero también fue donde se profundizaron las desigualdades ya que se dedicaron a gobernar de espalda al pueblo. No estamos hablando de pedir perdón por una cuenta de twitter o un comunicado de prensa, estamos hablando de que cuando Yasna Provoste sea proclamada candidata presidencial le pida perdón al pueblo de manera honesta. En un país donde nadie asume errores, tengan por seguro que esto será fundamental para recuperar las confianzas.
Lo otro que es tan importante como lo anterior: Si Yasna Provoste le pide perdón al pueblo pero pone de ministros a Jorge Burgos, Mariana Aylwin, Mahmud Aleuy, Andrés Zaldívar o Felipe Harboe, todo lo anterior no habrá servido de nada. El futuro gobierno de la centro izquierda no puede estar integrado por rostros de la vieja política con tan alto nivel de rechazo, tiene que ser integrado por personas aptas que de verdad quieran mejorar el país y estar al servicio del pueblo.
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS CHILENOS
Por supuesto que en 4 años no se pueden hacer todas las reformas estructurales que Chile necesita, pero para que el pueblo vuelva a creer en la política tienen que sentir que mejora su calidad de vida. Alza de los sueldos, reducción de la jornada laboral a 40 horas y pensiones dignas son cosas tangibles que se deben aprobar a la brevedad. No es que queramos ser dramáticos, pero esta quizás sea la última vez en que el pueblo crea en la en la Democracia. Porque esto es como el cuento de Pedrito y el Lobo, si les dices que “ahora si que si” la política mejorará sus vidas y los volvemos a decepcionar, la gente estará en todo su derecho de quemar el país completo.
HACER TODO LO POSIBLE POR ENCARCELAR A PIÑERA
Es evidente que el próximo gobierno no se puede meter en este asunto, pero desde el sector debemos dar señales que haremos todo lo humanamente posible para que Piñera no muera en la impunidad. Como centro izquierda tenemos que explicar que sin los votos de la derecha una acusación constitucional contra Piñera será una perdida de tiempo, un lujo que no nos podemos dar considerando que existen prioridades mucho más urgentes. Más encima, considerando que sólo le quedan 10 meses de gobierno, lo mejor es que Piñera termine su gobierno y apenas deje de ser presidente llenarlo de querellas por crímenes de lesa humanidad. Uno de los mayores errores de la Concertación fue salvar a Pinochet de la cárcel, no podemos cometer el mismo error.
TODOS PODEMOS SALVAR LA DEMOCRACIA
Si queremos un nuevo Chile, como centro izquierda también tenemos que evolucionar. Debemos bajarnos de nuestro pedestal, reconocer nuestros errores y empatizar con el pueblo. El éxito de Pamela Jiles radica en que concentra el odio completamente justificado a una clase política que los abandonó hace décadas. El tema es que como buena populista tampoco les ofrecerá ninguna solución, y tal como vimos con Trump, Bolsonaro y Bukele, personajes de su calaña lo único que hacen es hundir aún más a la Clase Trabajadora.
¿Recuerdan nuestra editorial diciendo que estábamos intentando salvar la Democracia? No lo decimos por arrogancia o porque nos sintamos especiales, lo hacemos por la convicción de querer hacerlo. Lo hermoso es que si nos lo proponemos todos podemos aportar para salvar la democracia. La política no puede ser exclusiva de los políticos, porque cuando opinamos, cuando debatimos, cuando cuestionamos y cuando explicamos estamos haciendo política. Por supuesto que vamos a tener diferencias, pero es mediante el ejercicio de la política que mejoraremos la sociedad y podremos levantar un proyecto colectivo donde todos nos sintamos involucrados. Ahora más que nunca, tenemos que estar a la altura del desafío.
