No fueron pocos los que advirtieron una y otra vez que la izquierda octubrista tenía que dejar de tensionar la Convención Constitucional. La izquierda arrasó en la elección de constituyentes y dejaron a la derecha reducida a su mínima expresión sin ningún poder de veto. Era el momento de ser un buen ganador y administrar la victoria. Pero no, comenzaron a darse gustitos personales innecesarios, a querer cambiarlo todo, y decir poco menos que tenían poderes absolutos… ¿El resultado? Kast punteando la carrera presidencial.
La Convención Constitucional ha cometido varios errores, pero nos concentraremos en la estupidez de querer cambiar el quórum de 2/3. No había necesidad alguna de hacerlo, pero los constituyentes del PC y la Lista del Pueblo extendieron el absurdo por meses. Por suerte no lo lograron pero el daño ya está hecho, al mostrarse como intransigentes y demostrar que con un poco de poder lo primero que hicieron fue querer “pasar máquina”, lo único que lograron es dinamitar la confianza en la Convención Constitucional.
El gran error que cometió la izquierda octubrista fue creer que tras el Estallido Social el país se había izquierdizado cuando jamás fue así, y por lo mismo, también es un error creer que el país ahora se puso facho por votar por Kast. La gran mayoría de los chilenos no quiere ser un Soviet ni tampoco una Dictadura, lo único que quieren es poder vivir tranquilos sin tener problemas económicos, que no teman ser asaltados y que si se enferman no tengan que andar haciendo completadas. Si la Convención no entiende algo tan simple y sigue jugando con fuego, es muy probable que termine ganando el rechazo en el plebiscito de salida.