Para nadie es un misterio que el Frente Amplio dominó el primer tiempo de la Convención y pasaron máquina a todo lo que podían. Sin ir más lejos, fue gracias a sus jugadas que se salvó el quórum de 2/3 ante las irresponsables arremetidas del PC que querían modificarlo a como de lugar. Dicho lo anterior, por todo lo bien que lo hicieron en esa primera etapa, en el segundo tiempo de la Convención están haciendo TODO MAL.
No sólo perdieron el liderazgo, más encima se sumaron a los irresponsables ánimos refundacionales del octubrismo. Por supuesto que el país necesita cambios, negarlo es tener un bistec en los ojos, pero los cambios tienen que ser para mejor, querer cambiar cosas que funcionan bien es un absurdo. El caso más emblemático es querer equiparar los movimientos a los partidos políticos, una receta que ha fracasado en TODOS los países.
Lo que no están viendo en el Frente Amplio, particularmente Fernando Atria y Jaime Bassa, es que si el proceso constituyente termina mal ellos serán los únicos rostros del fracaso. Porque nadie se acordará del octubrismo, del PC, o de la derecha. Serán Atria y Bassa los que serán apuntados con el dedo como los responsables de un fracaso histórico.
Es momento de que el Frente Amplio retome el liderazgo de la Convención, ya que intelectualmente son los únicos que pueden hacerlo. Pero para eso tienen que dejar de insistir en darse innecesarios gustitos personales y tendrán que tirarle la cadena al octubrismo. En sus manos está un proceso histórico que está siguiendo de cerca por todo el mundo. O serán los responsables de su éxito, o serán los responsables de un fracaso estrepitoso que quedará en todos los libros de historia.