Ayer se juntaron CINCO situaciones similares que sirven para demostrar que estamos ante una crisis de gobernabilidad ya que nadie respeta el Estado de Derecho: Narcoterroristas haciendo atentados, estudiantes del Instituto Nacional tirando bombas molotov, gente saqueando un supermercado en Talagante, personas invadiendo la losa de un aeropuerto, y camioneros paralizando el país. Puede que algunos de ellos tengan demandas justas, pero no por eso van a tener la impunidad para cagarle la vida al resto.
Es evidente que el estallido social corrió el cerco de la violencia, donde la gente se siente con el derecho a dejar la cagada por cualquier mínima cosa que les pasa. Pero si no entienden que NO pueden hacerlo de manera permanente, es deber del gobierno garantizar el orden público. Y eso implica reprimir con fuerza a todos quienes no respeten el Estado de Derecho. Sean mapuches, saqueadores, estudiantes o camioneros.
Nadie habla de dispararles a los ojos o reventarles la cabeza, se trata simplemente de HACER CUMPLIR LA LEY. Porque al no hacerlo, significa que cualquiera puede hacer lo que quiera y tendremos una crisis de gobernalidad, y esto le dejará el país en bandeja a un líder autoritario, que con la excusa de “poner orden” arrase con varios derechos básicos. O paramos esta incivilidad ahora, o mañana será demasiado tarde.