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Gonzalo de la Carrera es una de los peores cosas que le pasó a la política. Ignorante, mentiroso, miserable e inmoral, no le importa nada con tal de sumar un par de votos aunque aquello signifique atentar contra la Democracia. Que esté denunciando por maltrato, amenazas y no pagar la pensión de alimentos, no debe sorprenderle a nadie. Una nota de El Desconcierto detalla:
En plena campaña para la alcaldía de Las Condes, el 23 de marzo de este año, Gonzalo de la Carrera recibió un golpe aún más duro que cualquier derrota electoral. María Angélica Bezanilla, esposa del candidato del Partido Republicano por más de tres décadas, estampó una demanda por pensión alimenticia en su contra, aduciendo “permanentes desavenencias en la vida familiar”.
Si bien el matrimonio se había separado -de hecho- hacía algunos meses, el “carácter explosivo y falto de control de impulsos” del ingeniero comercial, según consigna la demanda, habría gatillado la determinación de su cónyuge.
En el escrito jurídico figuran una serie de episodios en este sentido. Se aduce, en primer lugar, a una “necesidad de control” y “adhesión a sus ideas” que de la Carrera ejercería sobre todo el círculo familiar. También respecto a su “incapacidad de tolerar el disenso o las críticas” y a violentas discusiones con “insultos y reacciones desproporcionadas”. En resumen, su esposa lo acusa de sabotaje emocional, desvalorización y constantes ridiculizaciones, no sólo contra ella sino también de sus hijos.
En otra ocasión, a raíz de una discusión con una de sus hijas, Bezanilla le habría solicitado detener la disputa, siendo su cara fuertemente tomada por De la Carrera y en presencia de dos de sus hijos le habría dicho que “nunca le sería fiel”. Estos hechos, habrían determinado la decisión de la mujer de poner término a la vida conyugal, pese a que aún no se han divorciado formalmente.