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Una de las modas más imbéciles del último tiempo es la ridícula forma que encontró la extrema derecha para venderse como víctimas cuando en realidad son los victimarios: “La cultura de la cancelación”. Por supuesto que existe una extrema izquierda intolerante que funa y acosa a todos los que no piensan como ellos, pero son posturas radicales de unos pocos, no una “cultura” de la mayoría. Otra cosa muy diferente es querer que nadie critique tus opiniones, ya que si mientes o comparas el Apruebo con el Holocausto mereces todo el bullying del mundo por estúpido, eso no es “cultura de la cancelación”.
Lo más idiota de todo es que el 99% de los que denuncian que “los están cancelando” tienen tribuna TODOS LOS DÍAS en los medios nacionales. ¿En serio no se dan cuenta del absurdo que significa decir que “te están silenciando” cuando tienes tribuna en todos los medios nacionales? Cultura de la cancelación es cuando un joven de La Pintana no obtiene un trabajo por vivir en esa comuna, cuando te preguntan de qué colegio saliste en una entrevista laboral y cuando matan a una persona sólo por expresar su identidad de género.
Uno de los mayores problemas que tiene Chile son los extremos políticos que no creen en la Democracia, los extremistas de izquierda que andan tratando de fascistas a los que votan Rechazo y los extremistas de derecha que andan tratando de comunistas por votar Apruebo. La vida no es blanco y negro y sólo los fascistas piensan en absolutos, si queremos construir un mejor país, los únicos que de verdad deben ser aislados son los extremos políticos ya su radicalidad es incompatible con la Democracia. Tener diferencias políticas no nos convierte en enemigos, y recibir una crítica no significa que “te estén cancelando”.