.
Si el lunes nos preguntaban si decretar Estado de Excepción en la Región Metropolitana era una alternativa viable, hubiésemos dicho que era una medida populista, poco seria y completamente innecesaria. El tema es que la realidad SIEMPRE se termina imponiendo, y tras el último asesinato a un Carabinero el Estado de Excepción pasó a convertirse en un medida que debería ser estudiada seriamente.
Primero porque si se aplica ahora nadie reclamará, segundo porque tendrá el apoyo masivo de la gente y tercero porque el gobierno se sacará una gran presión de encima. En un mes ya han sido asesinados TRES carabineros, ninguna medida que anuncien servirá a menos que sea excepcional y drástica. ¿Es deseable en una Democracia? Por supuesto que no, pero en estos momentos estamos en medio de una crisis de seguridad y hay que tomar medidas radicales.
Obviamente hay que definir bien sus alcances, pero si el Estado de Excepción es acompañado por allanamientos, detenciones y resultados, efectivamente habrá servido para combatir la delincuencia. ¿La otra gran decisión que tiene que tomar el gobierno si no quiere hundirse? Comenzar a hacer expulsiones masivas de inmigrantes ilegales, ahí está el verdadero foco del alza de la delincuencia.