La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó su preocupación por la iniciativa del Gobierno de crear una “comisión para combatir la desinformación”, señalando que “podría generar la tentación de instaurar mecanismos de censura”.
Por su parte, Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times, expresó que “los observatorios u otras formas gubernamentales de vigilancia siempre suelen mirar la realidad desde ópticas ideológicas, aconsejando políticas públicas sesgadas, con efectos negativos sobre las libertades de expresión y de prensa”.
El gran problema de la “Comisión Asesora Contra la Desinformación”, es que está siendo vendida como un “ente técnico” cuando fue creada por decreto y todos sus integrantes serán designados por el gobierno. Esta idea sería excelente si fuera creada y dirigida por las universidades, al depender del gobierno de turno puede representar un peligro para la Democracia. (Imaginen esta herramienta en manos de un gobierno dirigido por Pamela Jiles)
Dicho lo anterior, el problema de fondo es que gran parte de la izquierda de verdad sigue creyendo que fueron barridos en las últimas elecciones por culpa de las “fake news”, (que siempre han existido y ellos también las utilizan). Mientras sigan auto-engañándose de esa manera para no asumir su fracaso, seguirán inventando formas de buscar censurar a la prensa.
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