Partamos de la base que Patricio Fernández estaba lejos de ser la persona ideal para ser el coordinador para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, ya que es una persona demasiado pública, cuando se necesitaba alguien de bajo perfil. Es más, ni siquiera debía ser una sola persona, la ideal hubiese sido un conjunto de personas completamente transversal.
Si Patricio Fernández hubiese dicho textual: “Yo creo que el Golpe de Estado estaba justificado”, tiene sentido que pidieran su salida, PERO NO LO DIJO. En la famosa conversación con Garretón, convenientemente editada, lo que hace es reconocer que existen cientos de personas que SI consideran que el Golpe de Estado estuvo justificado.
Lo otro: Reconocer que el gobierno de Salvador Allende fue un desastre tampoco significa justificar el Golpe de Estado, la Izquierda no puede seguir anclada en mitos del pasado ni defendiendo lo indefendible. Además, en el contexto en el que se encontraba el continente en los años 70, el Golpe de Estado en Chile no tiene ninguna excepcionalidad.
El Partido Comunista, principales impulsores de la cacería contra Patricio Fernández, celebrarán esto como una victoria, cuando es una nueva derrota ideológica para la Izquierda. Lo único que lograron fue quedar como intolerantes, censuradores y que son incapaces de aceptar la más mínima opinión disidente, regalándoles la bandera de la tolerancia a la Derecha que se harán millonarios hablando de la “Cultura de la Cancelación de la Izquierda”.
Tras el desastre que ha sido este gobierno por errores propios, el fracaso del Apruebo y el desastre en el que terminó el Estallido Social, la Centro Izquierda estará completamente muerta para la próximas elecciones, pero si de verdad quieren resurgir, tendrá que alejarse lo más posible de el Partido Comunista. No hay ninguna posibilidad de levantar un proyecto político serio siendo socios de ellos.
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