Los resultados de las elecciones de España muestran un paisaje político fragmentado sin un posible vencedor obvio, sugiriendo que nuevas elecciones pueden ser necesarias. La constante incertidumbre política está nublando las previsiones económicas y ralentizando las necesarias reformas presupuestarias y otras reformas económicas.
Los resultados de las elecciones españolas de hace dos días fueron realmente emocionantes. La brecha entre los grupos de izquierda y derecha fue mucho más estrecha de lo que cualquiera había predicho, lo que indica un panorama político dividido sin vencedor obvio. Desafortunadamente, todavía les faltaron los votos necesarios para crear un gobierno de derecha con su socio de coalición de extrema derecha preferido, Vox. Por lo tanto, el líder del Partido Popular, Alberto Feijóo, podría tratar de establecer un gobierno de minoría, pero las probabilidades están en su contra.
A pesar de la impredecibilidad de las próximas semanas, es posible que el primer ministro socialista Pedro Sánchez continúe sirviendo en La Moncloa. Sánchez podría construir otro gobierno de izquierda, esta vez con la ayuda del partido extremo izquierdista Sumar. Pero eso requeriría que él confiara en partidos regionales que ya han anunciado su intención de buscar grandes concesiones a cambio de su apoyo.
Los políticos de todos los partidos tendrán que reunirse con el Rey Felipe VI en los próximos días para que él determine cuál grupo tiene la mejor posibilidad de formar un gobierno.
¿Cuáles son las consecuencias para la economía española y la Presidencia de la UE?
La continuada inestabilidad política y la posibilidad de nuevas elecciones pueden causar turbulencias económicas en España. Debido a esta circunstancia, los retrasos en la aplicación de las reformas económicas necesarias podrían perjudicar el potencial de crecimiento a largo plazo del país, que incluye varias empresas, casino Rojabet y otros establecimientos de juego. La implementación de las medidas fiscales necesarias para reparar las finanzas nacionales de España podrían verse obstaculizadas. El límite de tiempo para el proceso de formación del gobierno español es una ventaja. Si ningún candidato para primer ministro recibe un voto mayoritario en el parlamento dentro de los 60 días, entonces se deben llamar nuevas elecciones.
Dado que España es la actual presidencia de la UE, este escenario también podría dañar la posición de la UE. En los próximos meses, el gobierno planea implementar varios cambios significativos. Por ejemplo, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento debe actualizarse antes del fin del año. Si no encontramos un sistema de reemplazo, el viejo regresará y los países se verán obligados a implementar políticas de austeridad aún más severas. Además, el principal enfoque de la presidencia española fue completar el acuerdo de Mercosur. Si el bloqueo político continúa durante demasiado tiempo, esto también podría retrasarse. Una administración interina en España sin duda supervisará la presidencia de la UE, pero las próximas elecciones podrían socavar su eficacia.
No debemos sobreestimar el impacto a corto plazo de la prolongada inestabilidad política y la posibilidad de otra elección anticipada, lo que podría arrojar una sombra sobre el panorama económico. Se prevé que la recesión mundial y los aumentos de las tasas de interés del Banco Central Europeo pesen sobre la economía española en los próximos meses, independientemente de la incertidumbre política. El aumento de este año se debe principalmente a la continuación de la recuperación del turismo. Pero sus beneficios se habrán desgastado al final de este año y el próximo.
Se espera una desaceleración en la segunda mitad del año, ya que proyectamos un crecimiento promedio del PIB del 1,9% para el 2023.