¿Recuerdan que la pasada Convención iba a destruir todas las futuras inversiones ya que con las consultas indígenas iban a poder bloquear cualquier iniciativa que permitiera el desarrollo el país? Bueno, esto es más o menos lo mismo.
Nadie dice que se puedan instalar empresas en humedales o contaminar directo ríos completos, pero un país sin inversiones es un país sin desarrollo, y un país sin desarrollo es un país pobre. (Recordar que la salmonicultura es la segunda exportación de Chile luego de la minería).
Supongamos que en vez de fiscalizar bien la industria salmonera deciden erradicarla por completo. ¿De dónde sacarán el 30% el PIB que ellas entregan? Todo esto en un contexto marcado por una constante alza en el desempleo y con un crecimiento bajo de la economía. (El INE recientemente informó que dos de las cuatro regiones con más alto salario son salmoneras)
Un detalle “jocoso”: Adivinen cuál fue el plato principal en la conmemoración de los 50 años del golpe militar… Así es, SALMÓN, el mismo que quieren erradicar de la zona austral con la ley de acuicultura. Notas del El Divisadero y SalmonExpert detallan:
En su reciente visita a la Región de Aysén, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, dejó los ánimos caldeados en todos los actores de la industria acuícola, ya que, según indica El Divisadero, dio a conocer que “el salmón es una especie exótica en Chile que fue introducida y por lo tanto es de toda lógica que, si estamos tratando de proteger un área por su valor ecosistémico y entendemos que las especies exóticas son una amenaza, es dejar esa amenaza fuera de toda área protegida”.
Frente a esto, la presidenta de Acuiprov, Katia Inostroza, contó a Salmonexpert que “asistimos al diálogo ciudadano, que encabezó la ministra del Medio Ambiente, a raíz de la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, pero como proveedores de la industria y siendo una región mayoritariamente acuícola -30% del PIB en Aysén lo mueve la salmonicultura-, la visita de ella nos dejó un sabor muy amargo, fue bastante triste”.
Sobre todo, porque al ser consultada, según la dirigente de los proveedores de Aysén, “ella manifestó que había perdido cuando se votó en contra de la indicación para prohibir la salmonicultura en toda área protegida, pero que iba a contraatacar, a insistir en el proyecto en la próxima Ley Acuícola”.
“Casi fue una declaración de guerra de la ministra contra la salmonicultura, consultamos si la nueva ley contemplaba una plataforma social, ya que vemos lamentablemente un sesgo ideológico-político grande y se están olvidando de que la región completa ve amenazada su fuente de trabajo”, señaló la profesional.
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