Una de las peores cosas que puede hacer una persona es creerse sus propias mentiras. Blufear es parte de la vida, pero si apuestas la casa más vale que tengas una buena mano. El problema viene porque tanto Amarillos como Demócratas hicieron un “All In” sin tener absolutamente nada… Y de manera predecible lo perdieron todo.
El Apruebo en el anterior proceso constituyente estaba derrotado desde marzo, que ambos partidos de verdad hayan creído que influyeron en el triunfo del Rechazo demuestra que se creyeron sus propias mentiras, auspiciadas gentilmente por El Mercurio que los infló de manera ridícula.
Con una mano en el corazón: ¿De verdad pensaron que gente como Cristián Warnken y Ximena Rincón son capaces de movilizar masas? Es no tener el más mínimo sentido de la realidad.
Al hecho de dejar en claro que no representan a nadie, se suma que se vendieron a la extrema derecha por un par de alcaldías y defendieron un texto mal escrito, partisano y conservador. Después de eso ya no pueden volver a decir que son “de centro”.
El “Centro Político” sigue siendo un gran espacio vacante, ya que por ahora nadie tiene los pantalones para desafiar a los extremos con un proyecto político sólido y técnico basado en la evidencia.
Amarillos y Demócratas, además de venderse a la extrema derecha, quedó claro que no representan a nadie.