Foto vía Agencia UNO
Cuando estalla alguna crisis, los ministros y subsecretarios siempre han sido fusibles para proteger al presidente. Pero de manera increíble, en el gobierno de Gabriel Boric siempre ha funcionado al revés, ya que el presidente ha preferido hundir a su gobierno para defender a sus amigos inútiles.
Salvo honrosas excepciones, los militantes del Frente Amplio día tras día demuestran que estaban completamente incapacitados para gobernar, algo en extremo “gracioso” considerando que se jactaban de su “superioridad moral” y estuvieron 10 años criticando duramente a todos diciendo que ellos lo harían mejor… No duraron ni 6 meses y tuvieron que meter a media Concertación para salvar los muebles.
Los últimos antecedentes muestran que Miguel Crispi está metido de lleno en el Caso Fundaciones, por lo que su permanencia no tiene ningún sentido. Mantenerlo en el cargo sólo por amistad es pura pérdida para el gobierno y adivinen qué: Igual terminará saliendo. Pasó Con José Miguel Ahumada, pasó con Giorgio Jackson, y tengan claro que también pasará con Miguel Crispi.
Boric es por lejos el mejor activo que tiene el Frente Amplio, pero si sigue sin entender que su trabajo debe ser proteger al país y no andar defendiendo a sus amigos, su único legado será ser recordado como un gran amigo pero un pésimo presidente.