Las tomas de terrenos hace rato que dejaron de ser “personas desesperadas buscando un lugar para vivir”, y se convirtieron en un lucrativo negocio donde hay involucradas mafias completas. Basta ver que tras cada toma apareces en Facebook personas vendiendo esos mismos terrenos en 2 o 3 millones de pesos.
Ni hablar de que actualmente TODAS las tomas están convertidas en focos de delincuencia, ya que debido a su propias estructuras alejadas de cualquier mínimo civilizatorio son utilizadas por los criminales para esconderse.
Chile no tiene por qué hacerse cargo de crisis sociales de otros países y deben existir filtros mínimos para entrar al país. Si una persona era pobre en Venezuela no tiene nada que hacer en Chile ya que sólo estaremos importando pobreza.
Es duro decirlo, pero la prioridad de Chile debe estar con los chilenos, no podemos dilapidar nuestro futuro por andar jugando al Padre Hurtado.