No hay que ser muy inteligente para saber que si en 4 años metes a un millón de extranjeros a un país se provocará un descalabro en todos los sentidos, partiendo como señalan en Canadá, por la falta de viviendas y el colapso de los servicios básicos.
Que en Chile existan retrasados mentales promoviendo la migración sin control debería ser considerado un delito, ya que más encima la mayoría de los caribeños que recibimos son delincuentes rematados. Si no comienzan pronto las deportaciones masivas, vamos directo a convertirnos en un país pobre y bananero. Un artículo de Forbes consigna:
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, reconoció este martes que Canadá no puede absorber el elevado número de inmigrantes que ha llegado al país en los últimos años, lo que está causando problemas como la carestía de la vivienda y la pérdida de la calidad de servicios básicos.
Trudeau afirmó en una rueda de prensa que por ejemplo la cifra de trabajadores temporales extranjeros en Canadá se elevó desde que llegó al Gobierno a finales de 2015.
Según los datos ofrecidos por el propio gobernante, mientras que “en 2017 el 2% de la población canadiense estaba formada por inmigrantes temporales”, en la actualidad la proporción se sitúa en el 7.5%. “Es algo que necesitamos controlar”, añadió Trudeau.
En las últimas semanas el Ejecutivo canadiense anunció medidas para reducir el número de estudiantes extranjeros que el país acepta, así como el de trabajadores temporales foráneos. En concreto, el Gobierno de Trudeau quiere reducir la proporción de trabajadores temporales extranjeros al 5% para 2027.
Según cifras oficiales, en el año 2000 Canadá contaba con 111,000 trabajadores temporales extranjeros. Para 2021 esa cifra se disparó a 770,000.
Además, desde el 1 de marzo Canadá exige a los turistas mexicanos un visado de entrada para detener el aumento de solicitantes de refugio, que han pasado de 260 en 2016 a 23,995 en 2023, una cifra récord.
Fue precisamente el Gobierno de Trudeau en 2016 el que eliminó el visado para los mexicanos.
Gracias a la inmigración, Canadá es el país del G7 con el mayor crecimiento demográfico, con un 2.7% anual. Es el nivel más elevado en el país desde 1957, cuando la explosión de nacimientos en la posguerra y la inmigración colocó la tasa en el 3.3%.
La semana pasada, la población canadiense llegó por primera vez en su historia a 41 millones de personas, solo nueve meses después de alcanzar los 40 millones.