La pregunta es: ¿De verdad esperaban otra cosa al tener las fronteras abiertas?
Chile se llenó de los delincuentes más violentos del mundo y ahora estamos pagando las consecuencias, donde por su culpa vamos a tener que construir varias cárceles más para mantenerlos.
Lo peor de todo, es que lejos de hacer algo para solucionar este problema, en vez de ponerse a expulsar a venezolanos en masa los quieren regularizar, lo que AUMENTARÁ la llegada de estos criminales incivilizados.
Es de esperar que no salga el INDH a reclamar por esto, porque con tantos cagazos que se han mandado en el último tiempo, si lo hacen su cierre será inevitable. Un artículo de La Tercera detalla:
La situación que se vive al interior del Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), antes conocida como la Cárcel de Alta Seguridad, no tiene precedentes. Así lo han manifestado las autoridades del Ministerio de Justicia y desde Gendarmería, pues las manifestaciones y destrozos que protagonizan peligrosos internos ligados al crimen organizado no han cesado en 16 días.
Todo comenzó a raíz de que varios de los reos han solicitado sin éxito ser trasladados a otros recintos, hasta que la noche del 5 de junio elevaron la tensión. Ese día, como dan cuenta informes de Gendarmería, profirieron amenazas contra los funcionarios de turno iniciando un “activo movimiento”. Y pese a las intervenciones realizadas, durante la mañana del jueves 6, “efectuaron resistencia activa de los procedimientos penitenciarios dispuestos con ocasión de dichas amenazas”.
Al menos una decena de funcionarios resultaron con lesiones, pues valiéndose de lo que encontraron al interior del recinto y rompiendo algunos elementos, los reclusos los enfrentaron y, desde ahí, no han parado de ocasionar daños al interior del penal.
Por lo mismo, como pudo conocer La Tercera, la tarde del martes 18 de junio Gendarmería notificó ante tribunales que se endurecerían las medidas sobre quienes protagonizan los desmanes.
“Esta situación se ha mantenido de manera sostenida, y no obstante las medidas de coerción que se han aplicado de manera particular en la presente causa, la actitud refractaria se mantiene, y se ha enfocado específicamente en la destrucción de las celdas individuales (…) Como consecuencia de lo anterior, se ha determinado por parte del jefe de Unidad que quienes no depongan dicha actitud se mantendrán con medidas especiales de seguridad en sus celdas”, sostiene la comunicación.
¿Qué quiere decir aquello? Como pudo recabar este medio, los internos que sigan con la destrucción del establecimiento permanecerán engrillados de manos y pies durante las horas en que deben estar al interior de sus celdas mediante esposas que van unidas. Estas, en todo caso, no estarán sujetas a las paredes, como se ocupa en otros casos más extremos.