Eduardo Macaya, padre del senador y actual presidente de la UDI Javier Macaya, fue declarado culpable por abusar sexualmente de dos niñas. Lo que no sabíamos era la trastienda de las denuncias, donde señalan que la familia discutió esconder los abusos cometidos cometidos por el patriarca para “proteger la imagen de la familia”. Parte de un artículo de La Tercera señala:
LA DENUNCIA
Era el 26 de mayo de 2023 cuando en un domicilio en Vitacura una adolescente decidió revelar una situación a su padre. “Papá estoy bien, pero hace tres años Eduardo me tocó”. El testimonio quedó plasmado como la primera denuncia que existe en el expediente judicial en contra de Eduardo Macaya Zentilli (71) y que abrió una investigación penal por el delito de abuso sexual reiterado de menores. El caso tomó ribetes de alta connotación pública, ya que el acusado es el padre del presidente de la UDI, el senador Javier Macaya.
LOS VIDEOS DE LOS ABUSOS
El padre de la adolescente tras escuchar que Macaya la había tocado, le pidió más detalles. Ahí fue cuando ella le dijo que había sostenido ya una conversación con sus primas, quienes confesaron haber sido blanco también de actos de significación sexual por parte del empresario.
Hasta ahí el progenitor de la menor de edad contaba con su relato; sin embargo, acto seguido la propia víctima sacó su celular y le mostró imágenes que ella había grabado hacía algunas semanas en que el imputado estaba realizando tocaciones a una de sus primas más pequeñas.
La adolescente tomó el registro, según se estableció en la investigación, justamente con el propósito de tener pruebas de lo que había hecho “el tata Eduardo” con ella y para que dejara de hacerlo con su prima.
ABUSADOR SERIAL DE MENORES
Previo a la denuncia penal que se realizó el 30 de mayo, algunas parientes mujeres de la adolescente ya sabían lo que estaba ocurriendo, ya que la víctima había reenviado videos a una de sus tías como una forma de pedir ayuda.
“Cuando voy viendo los videos quedé de una pieza”, sostiene esta testigo, que en ese mismo acto pasó a convertirse en víctima para la Fiscalía. “Me paré, me fui a la cocina donde estaba mi mamá y se los mostré (los videos), y le dije a ella que esto también me lo había hecho Eduardo cuando chica”, declaró la profesional, hoy de más de 40 años. Durante el transcurso de la investigación se apuntó a otras tres víctimas, todas de sexo femenino y menores de 14 años.
“Quedamos en shock con mi mamá”, declaró la mujer. Es ahí cuando dice que se preocuparon por las otras niñas que la adolescente había sindicado como víctimas, entre las que se encontraba la niña de los videos. También confiesa que les preocupó “lo que significaba esta situación para la familia”.
ESCONDER LOS ABUSOS “DEL TATA” PARA PROTEGER LA IMAGEN DE LA FAMILA
En el expediente judicial del caso hay varios testigos que dan cuenta de la renuencia de la familia más directa del imputado de denunciar. Que se iba a pegar un tiro, que la familia se dividiría y que era mejor evitar la denuncia y mantener todo “en familia”.
De hecho, en el expediente hay referencias a que cuando la tía de la adolescente les dijo que se debía proteger a los niños que estaban en peligro, una de las parientes más directas del acusado la había emplazado a que si ella de verdad quería que Eduardo Macaya, el patriarca, se fuera a la cárcel y sufriera vejaciones sexuales por parte de otros reos, ya que “ese era el castigo” de una persona que comete delitos de esa índole.
Toda esta tensión e inacción de la familia terminó cuando R. recibió la revelación de su hija. De hecho, hay registros de que este último increpó al acusado. Fue ahí cuando el empresario se habría enterado de la existencia de los videos y de la inminente denuncia en su contra.