Basta tener 1/4 de neurona funcional para darse cuenta que, de manera completamente predecible, los peces claramente “no juegan fútbol” y sólo empujan la pelota pensando que es comida.
Las preguntas del millón son:
- ¿De verdad una activista fue capaz de citar este ejemplo para decir que los peces tienen personalidad, intereses y memoria?
- ¿De verdad un parlamentario fue capaz de llevarla a exponer al Congreso para justificar su tesis de los moluscos con sentimientos?
Una cosa es entender todo lo relacionado con el maltrato animal, otra muy diferente es hacer una ridícula campaña para humanizarlos. El Frente Amplio, en vez de hacer lo primero, claramente hizo lo segundo.