¿Qué tan retrasado mental tiene que ser una persona para cagarse la vida cuando era evidente que te iban a pillar?
No es que se necesite ser Einstein o el director de GAMBA, bastan dos neuronas funcionales para darse cuenta que serás el primer sospechoso.
Esto no es otra cosa que la ambición humana mezclada con estupidez. Un nuevo ejemplo de que hay personas que no están capacitadas para tener la más mínima cuota de poder, ya que al primer centímetro de poder que tengan pierden la cabeza.
Entre este viejo que ojalá que ojalá se pudra en la cárcel y la cajera, es evidente que Brinks contrataba personal con el agujero el poto y no tenía el más mínimo filtro a la hora de seleccionarlos.