La brutalidad que está haciendo Chile de permitir que los extranjeros puedan votar en elecciones nacionales no es normal, al punto que sólo CINCO países del mundo lo permiten.
Si un extranjero vive 10 años en Chile y tiene una hoja de vida intachable, perfecto, se le entrega la nacionalidad y el derecho a voto sin problemas. Pero darle esos beneficios a inmigrantes ilegales con prontuario tras apenas un par de años, provocará que las próximas las decidan el Tren de Aragua. Un artículo de The Clinic detalla:
El artículo 14 de la Constitución de Chile detalla que los extranjeros con residencia por más de cinco años podrán ejercer el derecho a sufragio. Esta política no ha sufrido modificaciones en años, y en las últimas elecciones, el padrón de votantes extranjeros ha ido al alza, pasando de 200 mil a 600 mil en poco tiempo.
El aumento de 3.000% de los votantes venezolanos
El caso de los venezolanos con derecho a sufragio en Chile ha tenido un crecimiento desproporcionado entre 2017 y 2023. En las elecciones presidenciales y legislativas de 2017, solo 3.441 venezolanos tenían derecho a voto. En esa ocasión, Venezuela ocupaba el puesto número 14 dentro de los países con más electores en Chile. Lo superaban países como Francia, Cuba y Alemania.
Para el plebiscito 2020 duplicaron la cifra y llegaron a 7.148. En las municipales y convencionales de 2021, 10.260 venezolanos tenían derecho a sufragio en Chile, y en las presidenciales y legislativas de ese mismo año subieron a 16.153. Para el plebiscito 2022 volvieron a duplicarse, y en un año aumentaron a 34.604
El alza más abrupto llegó para el plebiscito de 2023, último registro vigente, en el cual se registraron 107.479 electores venezolanos. En total, se registró un aumento de venezolanos con derecho a sufragio de 3.000% en 7 años.
La incidencia del voto extranjero
El voto de extranjeros en Chile en 2017 representaba un 1,9% del padrón total, y en la última elección representó un 4,4%. Si bien para especialistas la cifra sigue siendo baja, la tesis compartida es que a nivel municipal puede tener mayor incidencia, en especial en algunas comunas con mayor población migrante.
Mauricio Morales postula que “la incidencia, si bien a nivel nacional, podría ser muy limitada, a nivel municipal puede ser un actor francamente decisivo”. Y agrega “hay comunas que concentran cerca de un tercio de población migrante en su padrón electoral. En Santiago y en Independencia es efectivamente cerca del treinta por ciento del padrón electoral corresponde a población migrante o extranjeros habilitados para votar”.
SÓLO CINCO PAÍSES EN EL MUNDO LO PERMITEN
Chile, junto a Uruguay, Ecuador, Nueva Zelanda y Malawi, son los únicos países que permiten el voto de extranjeros residentes, no solo ciudadanos, en elecciones locales y nacionales. En la mayoría de los casos, este derecho se otorga exclusivamente para elecciones locales. Pero solo en Chile el voto es obligatorio y con inscripción automática, lo que ha significado un alza abrupto de extranjeros habilitados para votar.
Esto ha abierto el debate de si debería sufrir modificaciones esta política. El diputado Raúl Leiva (PS), integrante de la comisión de Constitución de la Cámara, afirma que “en aquellas votaciones que son trascendentes para el destino de nuestro país, como son las presidenciales y parlamentarias, debieran únicamente poder votar los ciudadanos de un país y no las personas que están solamente avecindadas”.
Esto, agrega el parlamentario, “entendiendo que el sentido de arraigo, de pertenencia es fundamental para un nacional al momento de elegir este tipo de autoridades”.
El diputado Leiva añade que “las alternativas son regular la forma de obtención de ciudadanía (…). Elevar el plazo para poder postular a ser un ciudadano chileno de cinco a diez años y mantener la votación en este tipo de elecciones presidenciales y parlamentarias únicamente a ciudadanos chilenos”.