Si la Clase Política decidió voluntariamente importar cientos de miles de delincuentes caribeños, tiene que asumir las consecuencias que aquello conlleva, y eso implica construir al menos 5 nuevas cárceles más.
Tras el nuevo intento de fuga en Colina 1, tanto la Asociación de Gendarmes de Chile como el presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, advirtieron la bomba de tiempo que se está gestando en las cárceles chilenas. Una nota de Radio ADN consigna:
Un intento de fuga ocurrido en el Centro Penitenciario Colina 1, que involucró a cinco internos recientemente capturados en un mega operativo en Cerrillos, ha encendido las alarmas sobre la crítica situación de sobrepoblación en las cárceles chilenas.
La Asociación de Gendarmes de Chile (Agech) ha instado al gobierno de Gabriel Boric a reforzar los recursos destinados a la seguridad penitenciaria.
En su comunicado, la Agech subrayó que “nuestras y nuestros gendarmes no pueden continuar asumiendo la responsabilidad de la crisis que genera el crimen organizado con una polera y un bastón”, enfatizando la necesidad de equipamiento y recursos adecuados para afrontar estos desafíos.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Iván Flores, también se pronunció sobre la situación, afirmando que las cárceles están “absolutamente sobresaturadas, al más del 200% de su capacidad y sin siquiera poder segregar a presos de más peligrosidad”.
Al respecto, el parlamentario advirtió que esta realidad genera un entorno propenso a la violencia, donde “los presos de más peligrosidad y violencia están revueltos al interior de la cárcel con los presos tradicionales”.
Iván Flores describió la situación como “una bomba a punto de estallar”, sugiriendo que la falta de espacio y la mezcla de internos de diferentes peligrosidades pueden provocar rebeliones en los recintos penitenciarios.