Es un hecho que en Chile los delincuentes ya no sienten miedo.
Los caribeños te apuñalan para robarte el celular, hacen turbazos, encerronas y portonazos a plena luz del día, bandas criminales entran armados a los Cesfam para rematar a sus enemigos y todos los días vemos que intentan atropellar a Carabineros en controles de tránsito.
Esto es la demostración que las estrategias que estamos usando para combatir la delincuencia ya no sirven, ya que mientras ellos evolucionaron nosotros nos quedamos estancados en una época donde los delincuentes tenían códigos, y ahora simplemente ya no los tienen.
BUKELE MOSTRÓ EL CAMINO
Bukele tiene decenas de denuncias sobre cosas que está haciendo mal, (enriquecimiento ilítico, persecución a opositores, acabar con la libertad de prensa), pero su lucha contra la delincuencia ha sido un éxito absoluto, pasando de convertir a El Salvador de uno de los países más violentos del mundo a uno de los más seguros.
Los políticos chilenos tienen que hacer una elección: O siguen permitiendo que violen los Derechos Humanos de las personas honestas, que ya ni siquiera pueden salir a la calle debido a la inseguridad, o empezamos a perseguir a los delincuentes con mano dura y convertimos las cárceles en infiernos para que el crimen organizado vuelva a sentir miedo.
La Democracia tiene actualizarse en lo que a lucha contra la delincuencia se refiere, porque si no lo hace está destinada a morir. Porque si la elección es votar por un “demócrata” que seguirá enfrentando de la misma manera fracasada la delincuencia o un “autoritario” que combatirá la delincuencia al “estilo Bukele”, tengan claro que va a ganar el autoritario con el 80% de los votos.