Se conocieron nuevos detalles sobre la grave denuncia por violación que enfrenta el recién renunciado ex Subsecretario del Interior Manuel Monsalve, y la denuncia es MUCHO PEOR de lo que todos pensábamos. Parte de un artículo de La Tercera detalla:
Fuentes de la indagatoria comentan que la víctima acudió hasta la PDI para estampar la denuncia. Ahí habría comentado que cumplía funciones como asesora de gabinete de la Subsecretaría de Interior y que trabajaba directamente con quien sindica sería su agresor: el subsecretario Manuel Monsalve.
A grandes rasgos, la denunciante -de actuales 32 años-, comentó que la primera vez que su jefe la contactó con fines distintos a sus labores en el Gobierno fue el pasado 1 de septiembre. Ahí le habría hablado por la aplicación Signal, que permite mensajes encriptados y que luego se borran y que dichos chats, según la configuración que dice él hizo, sólo duraban 30 segundos.
Lo que hoy indagan los persecutores es -justamente-, si la versión de la mujer coincide con una reunión que ambos habrían sostenido ese día en el Costanera Center. La víctima dijo que su jefe le pidió una reunión y que tras conversar temas laborales, ella le pidió que lo acompañara a comprar cigarros. Tras esto, según conocedores de la denuncia en la PDI, la funcionaria dice que se trasladaron hasta un parque cercano y mientras hablaban procedió -sin aviso-, tocar su mejilla y darle un beso sin su consentimiento.
Ante este primer hecho la víctima sostuvo ante la policía que no supo qué hacer y que quedó paralizada. No le dijo nada y según cuenta sólo atinó a pedir un Uber y que juntos se bajaron en su domicilio, en el centro de la capital, y que Monsalve siguió su camino hasta el hotel donde reside en la semana la autoridad.
Al día siguiente, es decir el 2 de septiembre, la llamó Gabriel de la Fuente -el jefe de gabinete de Monsalve-, quien le informó un cambio en sus funciones en la Subsecretaría. El objetivo, dijo la denunciante, era que acompañara a la autoridad de Interior a regiones y en todas las reuniones diarias que tuviera. Eso significaría para ella, según la versión que maneja el Ministerio Público, un aumento en su sueldo, por lo que aceptó.
Un segundo episodio que está en la mira de la Fiscalía tiene que ver con que posterior a las Fiestas Patrias. El 21 de septiembre, según la funcionaria, Monsalve nuevamente la contacta por Signal y la cita a una cena en un restaurante peruano en calle Mac Iver. Al día siguiente, el domingo 22, ambos se reunieron en el local y tras hablar temas laborales, políticos y académicos el subsecretario le habría propuesto pagarle un curso de inglés.
Ahí, según la versión que entregó a los investigadores, ella se opuso al ofrecimiento. Tras comer el plato de fondo, dice, pidieron dos sour más para cada uno y luego un tercero. Cuando estaba tomando la mitad de este último trago, dijo, despertó el día lunes 23 en la habitación del hotel de su jefe. Sin recordar nada de lo que había pasado la tarde anterior, tras beber el último coctail.
En la denuncia ante la PDI la víctima da cuenta de que estaba sin su ropa y habían manchas de sangre en la cama. El denunciado también estaba en la cama y como estaba despierto ella -paralizada-, sólo le dijo que se sentía mal y le preguntó porqué tenía una lesión en su muñeca derecha, a lo que él le había respondido que quizás ella se había hecho esa herida y Monsalve -según esta versión-, procedió a besarle la muñeca.
Cerca del medio día, dice, le dijo que se quería ir de ahí y Monsalve le habría referido que él tampoco recordaba mucho de la tarde anterior, que había perdido la conciencia y le describió un episodio de un taxi en la que ella habría intentado “arrancarse”.
A la Fiscalía, la denunciante entregó prendas de ese día que dan cuenta de que había estado sangrando. También que tenía un golpe en la frente. De todo esto, sostuvo ante los policías, había una serie de testigos a quienes ella le entregó detalles de lo que había ocurrido.
