Cada nueva información que sale sobre el Caso Monsalve es peor que la anterior, y tiene toda la pinta que esto va terminar mal.
Por el bien del Gobierno, considerando el cagazo que se mandaron al intentar ocultar la violación hasta después de las elecciones, deberían tener bajo vigilancia total a la víctima de Monsalve. Porque si le llega a pasar algo… Una nota de El Mercurio detalla:
Entre las pruebas obtenidas en la indagatoria, que encabeza el fiscal regional metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz, está la recuperación de videos que dan cuenta de las rutas del indagado y la víctima, y su ingreso y salida del hotel Panamericano, donde vivía Monsalve, entre el 22 y el 23 de septiembre, días en que se habría cometido la agresión sexual, de acuerdo al relato de la denunciante.
La mujer también indicó al Ministerio Público que «con fecha 24 de septiembre de 2024 refiere lo ocurrido a compañeros de trabajo», los que identifica con nombre y apellido. Parte de esos antecedentes se conocieron en la audiencia que se realizó la semana pasada en el tribunal, pero hay otras informaciones en la causa que hasta ahora eran desconocidas.
Estas últimas dan cuenta de los intentos que habría realizado Monsalve —por sí mismo o a través de terceros— por contactar a la asesora de la Subsecretaría de Interior después de los presuntos delitos ocurridos en el hotel Panamericano, dado que ella había pedido una licencia médica y no volvió a la repartición pública.
De estas fallidas comunicaciones se habría obtenido evidencia. Los investigadores han obtenido pantallazos de una aplicación de mensajería, que no corresponde a la plataforma de Signal, los que se habrían perdido, pues los chats se autodestruyen.
Botón de pánico para ayuda policial
El impacto y temor que generó en la víctima la situación denunciada, según ha dicho al Ministerio Público, la mantiene bajo protección de la fiscalía y, en ese marco, se pidieron medidas a su favor que están a cargo de Carabineros.
Una de ellas es el resguardo de Carabineros. Por estos días se hablaba de posibles rondas preventivas, pero una de las medidas principales es un «botón de pánico», que consiste en un teléfono al que pueda llamar en caso de sentirse amenazada.
En este caso se conocieron los contactos frustrados con la víctima vía mensajería, pero también que detectives de la PDI llegaron —a petición de Monsalve, según la fiscalía— hasta su domicilio para tratar de hablar con ella, antes que presentara la denuncia contra la exautoridad. Lo último, dijo Armendáriz en una audiencia judicial, relacionado con una reacción de Monsalve ante una entonces posible denuncia por violación, que finalmente se concretó el 14 de octubre.