La primera vez que Ilse Sepúlveda salió en los medios, fue porque le “advirtió” a la víctima de Monsalve que “la podían matar” y le recomendó irse al extranjero. Un declaración que si bien es extraña, perfectamente la pudo hacer una persona asustadiza.
El problema viene porque en su declaración ante la Fiscalía, la víctima de Monsalve denunció un evidente cambio en la actitud de su ex amiga, señalando incluso que “podía negociar con la otra parte”.
¿Qué autoridad tenía una simple funcionaria de planta para “negociar” con un poderoso subsecretario denunciado por violación? Si se confirma que Monsalve o el gobierno la mandaron a desactivar la denuncia, es para cerrar La Moneda por fuera. Una nota de La Tercera señala:
La periodista y amiga de la víctima, Ilse Sepúlveda, a quien conoció en la Subsecretaría del Interior y que hoy trabaja en la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad del gobierno, llegó por segundo día consecutivo al departamento de la denunciante, ubicado en el centro de Santiago, donde estaba acompañada por su padre quien había viajado desde el sur para contenerla y acompañarla.
Hasta el día anterior, según la declaración de la víctima, Sepúlveda había tenido una actitud de contención y apoyo con ella, dado que había sido de las pocas personas de su círculo a las que le había confidenciado lo que había vivido con el exsubsecretario. Incluso, inicialmente la periodista la habría instado “a denunciar la situación”, le aconsejó además ir a terapia para “soltar” el evento traumático e ir “olvidando” lo ocurrido, según dio a conocer La Tercera el pasado jueves.
Pero el 12 de octubre, de acuerdo a la denunciante, Sepúlveda llegó a su casa “con una actitud distinta”. “Tu información puede terminar valiendo nada, las cámaras se pueden borrar en 15 días y no va a pasar nada, se va a borrar la evidencia. Me aconsejó: ándate fuera, a otro país. Cuídense mucho, porque de repente ‘uy, atropellaron a la …., Uy atropellaron al papá, así que si van a salir, háganlo con cuidado”, fue lo que la periodista le habría dicho en tono “amenazante” la víctima.
Sobre los motivos de su segunda visita y lo que específicamente le dijo ese día sábado a la denunciante, Ilse Sepúlveda fue interrogada por los investigadores en las dos declaraciones que ha debido hacer en el caso. En una de ellas -según pudo constatar La Tercera- la periodista dijo no recordar exactamente lo que le dijo a la víctima. “Yo le pude haber dicho que se fuera del país, pudo haber sido así, le estaba dando opciones para que estuviera mejor o dándole posibles soluciones porque ella no quería denunciar, estaba muy asustada”, detalló.
“Recuerdo que le dije que podía negociar con la otra parte, porque como ningún de los dos recordaba nada de lo ocurrido esa noche, según lo que había comentado días antes, ver opciones de hacer una nueva vida en otro lugar. O ver opciones con su familia, eran ideas que se me venían como para ayudarle, ya que yo la veía muy mal”, dijo la periodista ante la Fiscalía.
Según pudo reconstruir el Ministerio Público, minutos después de que Ilse Sepúlveda terminó de conversar y se fue del departamento de la víctima, ocurrió el episodio en el que personal de la PDI se hizo pasar por un delivery de comida, con la intención de contactar a la mujer en medio de las labores de inteligencia que habían sido solicitadas por Monsalve bajo la tesis de que podía ser víctima de una extorsión.
Fueron esos dos hechos, según cercanos a la denunciante, los que terminaron de empujar a la mujer a hacer la denuncia directamente ante la Fiscalía el lunes siguiente.