Si una empresa no cumple con los permisos y exigencias para instalarse en Chile el proceso no puede demorarse 4 años. Peor aún, que los encargados de aprobar o rechazar estos proyectos son actores políticos altamente ideologizados que no siguen ningún criterio técnico.

No se trata de secar humedales para construir una fábrica de ladrillos, se trata de unificar criterios técnicos para que los proyectos de inversión no se definan con argumentos políticos.

Diversas autoridades han aludido públicamente al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) por la lentitud y excesiva burocracia en la tramitación de importantes obras.